Por: Carlos Andrés
González León
Anoche, jueves 30
de mayo, YES tocó en el Luna Park de Buenos Aires, era su concierto número
diecinueve en esa ciudad. Gira en la que
está con nuevo cantante (Jon Davison, vocalista de Glass Hammer) y con el
abrebocas de tocar tres de sus mejores álbumes: The YES Album, Close to the
Edge y Going for the One. ¡Y no estuve
allí para verlos! Y es que la historia
reciente de YES está cargada de altibajos en una banda que todavía tiene
energía para sorprender a sus fans de todas las edades.
Con Jon Anderson
fuera del grupo, y reincorporando a las filas a Geoff Downes, junto con Benoit David
(Cantante del grupo tributo Mistery), se encierran a perfilar en 2009, lo que serían los arreglos de su último gran álbum: Fly From Here.
Salvo por el
cantante, todos habían hecho parte del YES que compuso y grabó Drama en los
ochentas, y ahora aparecían, 20 años más tarde, con un material inédito de
Drama: el tema central de Fly From Here y otras canciones nuevas, para ofrecer
un sonido de rock progresivo contemporáneo fresco y perfecto. Claro, a algunos molestó la ausencia de
Anderson, pero nadie puede negar que en la historia de YES la composición y
grabación de Drama ha sido una de las mejores etapas en su carrera aun cuando
en ella no estuvo su vocalista principal, además YES siempre ha sabido
aprovechar, sin perder su esencia, la participación
de nuevos miembros.
Después del retiro
de Benoit en plena gira de Fly From Here y del ingreso de Davison, deciden
iniciar otro maratónico tour mundial para revivir esos tres álbumes con el
sonido de los setentas pegado, olvidando el resto de material grabado en su
historia como grupo. Sin embargo no
pudimos verlos en Colombia… Y es aquí donde
empieza mi historia con los amigos de YES, pues para un fanático de la banda, y
en particular del guitarrista, Steve Howe, ver anunciado que en Bogotá (2010)
se iba a presentar ASIA en su conformación original (Carl Palmer ex ELP, Geoff
Downes Ex The Buggles, Steve Howe (YES) y John Wetton ex King Crimson), era
como tener el combo de bandas favoritas de los setenta que siempre había
querido ver. Si bien ASIA era más comercial,
se debe reconocer que su fórmula resultaba un intento por dar otro camino a los
sonidos de los setentas. ASIA es una banda poderosa en estudio y en vivo.
Nadie quiso ir
conmigo, así que compré la boleta y viajé a Bogotá para verlos tocar en el
Astor Plaza. El concierto era a las ocho
de la noche. Conmigo iba el libro de
partituras para guitarra de las clásicas piezas de Howe (The Clap y Mood for a
Day) , con la esperanza de lograr su autógrafo. A eso de las tres de la tarde, sin que la
ansiedad se calmara decidí salir rumbo al teatro para verlos llegar a la prueba
de sonido, pero sucedió algo mejor: dos de los integrantes de la banda telonera
llegaban y les pedí el favor de dejarme entrar con ellos y así fue, a las tres
de la tarde estaba en el teatro con los roadies,
técnicos de sonido y en espera de que llegaran los miembros de ASIA.
Uno de los roadies, un moreno con rasta y cara de
pocos amigos se me acercó y me dijo, puede quedarse pero no les hable cuando
lleguen, en especial a Howe, no les gusta y si lo hace, lo saco. Me senté en primera fila y de pronto a los pocos
minutos hizo entrada Carl Palmer para armar su propia batería y hacer la
prueba, pasó por mi lado y subió al escenario luego de saludar. A las dos horas aparecieron Howe, Downes y
Wetton y empezaron a probar sonido y a calentar. No lo podía creer, Howe estaba probando su
guitarra en el escenario a menos de dos metros de donde yo me encontraba,
buscando su sonido impecable. Media hora
de prueba y de pronto, Howe, el guitarrista de Starship trooper, mi héroe de infancia, me mira y me saluda: Hola,
Buenas tardes. Y, lógico, emocionado le
contesto el saludo, para verlo seguir en su trabajo, cuando desde atrás del
escenario salta el roadie rasta y cae
a mi lado reclamando a gritos por haberle hablado a Howe, y sin que importara
que lo único que había hecho era devolver con cortesía el saludo. Me pidió las credenciales que sabía no tenía y
me arrojó del Astor Plaza amenazándome con enviar la seguridad del
concierto. Aun no deja de molestarme la
actitud de Howe quien miraba callado, para verme salir.
A las nueve empezó
la banda y en primera fila pude disfrutar de todo el concierto. Lo más sorprendente de esa gira llamada OMEGA
TOUR por el nombre del álbum que acababan de lanzar al mercado, fue descubrir
que Howe y Downes ya venían trabajando en Fly From Here y que a los pocos meses
estarían de gira con YES, ese mismo YES que no pude ver anoche en el Luna Park
de Buenos Aires. Y del roadie, claro, al final del concierto,
mientras a la entrada del teatro hablamos sobre el show con unos músicos
amigos, lo vi pasar, agotado y pálido, cargando las guitarras y los
amplificadores de Howe y de los otros miembros, por lo que, como única forma de
venganza, atiné a decirle: ¡ojalá le rinda y no se canse que apenas son las
once y media de la noche! De una noche
fría y con llovizna, típica de Bogotá.
Bucaramanga, 2 de
junio de 2013.