viernes, 11 de noviembre de 2011

NUEVA NOVELA: "A la sombra de los almendros"



Rueda, como la música de los Stones, otra novela por la ciudad de los Búcaros: "A la sombra de los almendros". Después de tres meses de un triste silencio personal y de tener bajo llave los libros impresos, salen a la luz.

Una novela escrita en los noventas, una novela mayor (en edad, claro) de un escritor que apenas se las cree (risas). Ahora que oigo a Jimmy Wolf y a Alvin Lee de fondo, sudando su blues descarnado mientras escribo desde mi ordenador, me parece sorprendente recordar que esas novelas se escribían a mano y a máquina. Sorprendente que además en esos días aun tuvieramos con algunos amigos una bella relación epistolar (cuando la correspondencia requería de estampillas y se pensaba lo que se escribía)... Bienvenidos a mi blues, es lo único que puedo decir ahora, en la noche en que escribo, ojalá la lean, ojalá entren a la jam session, y la disfruten como lo hicimos quienes la corregimos y revisamos. Invitados desde ya a su lanzalmiento oficial en la sede de FUSADER, en Bucaramanga, el jueves 24 de noviembre a las 6 p. m., LIBRERÍA TRES CULTURAS...

Los dejo con la presentación de las primeras páginas:

"A la sombra de los almendros es un homenaje a una calle de la infancia. Esto no dice mucho, pero fue la calle que me dio refugio en los días más tristes y la calle que me vio pasar en los mejores momentos. Es una calle que se ha mantenido con sus almendros y con sus fantasmas aun cuando sus casas han ido desapareciendo para ser reemplazadas por vulgares edificios.

"A la sombra de los almendros es también un homenaje a la ciudad, a la Bucaramanga que ya no existe, cargada de fantasmas porque son la memoria fresca que aun la mantiene viva en su avance y transformación dispar. También es el recuerdo de algunas bibliotecas: la del abuelo, la del colegio, la de los amigos. Un recuerdo que acompaña la soledad que produjo escribir en la adolescencia y al tiempo jugar con la música, mientras aparecía el sueño de tocar en la guitarra un buen blues, de leer a los amigos cercanos uno que otro poema, uno que otro cuento y de cerrar el ciclo de historias con las historias de los muchachos desorientados que éramos.

"Todo empezó con libros, en este caso, con unos poetas que se encuentran en el parque Santander para hablar de lo que leen y escriben y con unos niños que juegan a ser adolescentes y que encuentran en las salas de billar el refugio para sus frustraciones.

"Recuerdo por esos días que un primo me mostró el primer álbum de la Electric Light Orchestra y que para la impresionante presentación musical de la 10538 Overture traía una foto de un hombre subido en una máquina voladora, creo que era una de las máquinas voladoras de Da Vinci; esa música y ese retrato me llevaron a soñar con la imagen de un hombre sobrevolando la ciudad, explorándola y redescubriéndola desde las alturas sin que nadie, por la congestión de las calles, las ocupaciones, la tristeza de la vida cotidiana, reparara en él.

"A la sombra de los almendros fue la primera novela que escribí y que ocupó mi atención entre 1993 y 1994, novela, que por ser la primera, nunca pude olvidar, y si por esos días un escritor vio fantasmas caminar por los parques y un isleño cantó blues en sus jardines, espero que la publicación permita que sobrevivan sus personajes y que pueda seguir hablando con ellos a través de sus lectores."

C. A. G. L.